

"La esperanza no nos va a desilusionar"
¿Cómo podemos estar seguros?
Básicamente por dos motivos: el amor de Dios por nosotros en Jesús y su obra en nuestro favor.
Dios no nos mezquina su amor: lo "ha derramado" en nuestros corazones. Es el Espíritu viviendo en nuestro corazón comunicando el Amor de Dios. No es algo que solo se cree, se experimenta. Es caminar cada día con la consciencia de sabernos valiosos y amados.
Si lo anterior te parece subjetivo, tenemos la prueba definitiva de su Amor: la cruz. Como nos recuerda Pablo, nadie se ofrecería a morir por una persona solo por ser honrada o justa, una persona buena quizá tendría algo de chance pero lo que hace al Amor de Dios extraordinario es que estando indefensos y siendo indefendibles, Jesús murió por nosotros. Dios mostró su Amor en un hecho tangible y real: dándose.
Miles de "amores" pueden desilusionarte, prometer lunas y vidas felices por siempre pero el Amor de Jesús no falla. Él te lo hace saber cada día, lo recuerda a tu corazón aun en las situaciones difíciles y si te llegas a olvidar siempre podes mirar su cruz con forma de Amor mostrándote que nada, ni siquiera tus pecados te van a alejar.
Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor. Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores. Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena; pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Romanos 5:5-8